Un evento corporativo es un acto que le reporta múltiples ventajas a las empresas, siempre y cuando esté bien organizado. De ahí que cada vez sean más las compañías de todo tipo y tamaño que se animan a organizar estas celebraciones.
Los eventos corporativos son actos que reúnen a personas que tienen intereses afines a la organización. Pueden estar destinados a los directivos de la empresa, a sus trabajadores en general, a los proveedores, a los clientes e incluso a todos ellos a la vez.
Un acto de este tipo está pensado para trabajar la imagen de marca y mejorar la reputación que tiene la empresa. Así que, en él, se pueden presentar los resultados de crecimiento del ejercicio anterior, presentar novedades, exponer los planes futuros, etc.
Los objetivos de los eventos corporativos pueden ser diferentes en cada caso, pero hay una serie de ventajas que siempre están entre las metas generales a alcanzar.
Gestionar equipos de trabajo nunca es fácil, pero está demostrado que la cohesión puede hacerse más fuerte cuando los miembros de la plantilla toman parte en actividades que, aunque con carácter profesional, no implican estar trabajando de una forma directa.
Un evento corporativo es un lugar en el que los trabajadores pueden conocerse algo mejor en un ambiente un poco más distendido. Como todo gira alrededor de la empresa, se consigue que el sentimiento de pertenencia sea más fuerte.
El resultado es que los integrantes de la plantilla se sienten mucho más afines a sus empresas y notan que forman parte de un equipo que comparte objetivos comunes. Esto influye de forma muy positiva en la motivación y la productividad.
La organización de eventos empresariales tiene importantes ventajas en lo que al marketing se refiere. Contribuye a reforzar la imagen de la empresa tanto de cara a sus empleados, proveedores, etc., como frente al público en general, especialmente si el acto es acorde a los valores socialmente imperantes. Por ejemplo, si es un acto sostenible, o si busca potenciar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
De ahí la importancia de dar publicidad al evento también de cara al exterior, a través de notas de prensa, publicaciones en redes sociales y otros medios de comunicación.
Cuando una empresa organiza un evento e invita a sus clientes, no solo está mejorando su imagen, sino que está contribuyendo a fidelizar a aquellos que ya compran de forma habitual sus productos o servicios.
Al asistir al acto, el consumidor se sentirá mucho más cerca de la marca y la conocerá mejor. También la valorará más con respecto a la competencia, porque siempre tendrá en mente que la marca «X» le ha invitado a tomar parte en un evento, mientras que la marca «Y» no lo ha hecho. En consecuencia, será más complicado que tenga la tentación de adquirir los productos o servicios de esta última.
A la hora de organizar un evento de este estilo, es importante tener en cuenta los siguientes factores.
Lo primero que hay que tener claro es el objetivo principal que persigue el evento. Si está bien organizado, podemos lograr las ventajas que acabamos de exponer, pero, además de estas, lo normal es que la empresa persiga otras metas concretas, como incrementar sus ventas o motivar a su equipo de trabajo.
Al definir el objetivo, también estamos definiendo de forma indirecta cuál será el público al que irá destinado ese evento en concreto.
Es esencial tener claro desde el primer momento cuándo se desea celebrar el acto y dónde. En lo que respecta a la elección del lugar, el presupuesto puede tener una especial importancia en la misma, ya que no todos los sitios son igual de accesibles.
Elige una ubicación que sea accesible y conveniente para tus invitados. Considera la cantidad de espacio necesario, la calidad de las instalaciones y los servicios que se ofrecen en la ubicación.
Incluye actividades interactivas en tu evento, como juegos, concursos y presentaciones. También puedes incorporar oradores y presentaciones educativas relacionadas con el tema del evento.
El espacio escogido, ya sea al aire libre o cerrado, debe prepararse hasta el último detalle para que la experiencia del público y de los oradores sea lo más satisfactoria posible. Por eso, no puede faltar un escenario que coloque a los protagonistas en un punto destacado y permita a los asistentes ver bien lo que está ocurriendo.
También hacen falta gradas para que todo el mundo pueda estar cómodamente sentado mientras asiste a la presentación, la ponencia, o el acto que se esté desarrollando en el escenario y, por supuesto, hay que contar con buenos sistemas de iluminación y sonido.
La organización de eventos corporativos puede ser algo compleja. Para no pasar por alto nada importante, lo más sencillo es establecer una lista de tareas con todo lo que hay que hacer y repartir las mismas entre todos los que vayan a participar en la preparación.
Organizar un evento corporativo requiere tiempo y dedicación, pero los resultados obtenidos hacen que merezca la pena toda esa inversión de tiempo y esfuerzo. Si necesitas escenarios y gradas para ese acto que estás planificando, ya sabes que puedes contar con nosotros.